miércoles, 1 de mayo de 2013

La mutualidad de los miembros de la iglesia y su relación con Cristo como cabeza de la misma.


La Palabra de Dios afirma en varias ocasiones que la iglesia es el cuerpo de Cristo y por toda lógica que el mismo Cristo es la Cabeza del mismo.
¡Damos gloria a Dios por esto!
Y damos gloria a Dios por esto  en un doble sentido:
a.    Porque la Cabeza de la iglesia, Cristo, es perfecto. Y guiará a su iglesia por medio del Espíritu Santo en cada uno de sus miembros.
b.    Porque ningún pecador por más creyente que sea tiene derecho ni potestad de Dios para erigirse en único director de la misma.

Ahora bien, ¿Es suficiente con que nadie pueda levantarse como Cabeza de la iglesia, alcanza? Creemos que no, ya que puede ocurrir que ningún miembro de la iglesia se erija como único guía porque los demás miembros se opondrían, pero a su vez puede ocurrir que también se deje afuera a Jesucristo.
¿Hay algún ejemplo de esto? Sí, hay un ejemplo contundente.

Apocalipsis 3:20  He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

El versículo expuesto de Apocalipsis es muy usado por nosotros para evangelizar, porque suponemos que Jesucristo solo está afuera de alguien que es inconverso.
¿Es esto realmente así?
Creemos que no, Cristo está haciendo esta exhortación a una iglesia, a la iglesia de Laodicea.

Apocalipsis 3:14  Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:

La iglesia de Laodicea había dejado afuera a Cristo Jesús el Señor y Cabeza de la iglesia.
Se la había creído, estaba muy resuelta y muy segura de sí misma. No se sentía necesitada, ni miserable por el pecado que nos atraviesa a todos. Se creía rica, que todo le salía bien, que tenía visión. Estaba relajada y no tenía pasión. Se creía una elegida vestida con vestiduras blancas.
En medio de su realidad podemos ver también nuestra realidad como iglesia local y aún como creyentes miembros de una iglesia.
Algunas preguntas que nos incomodan.

Hebreos 3:12  Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
Hebreos 3:13  antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

Preguntas incómodas:
¿Me creo muy resuelto en mi vida?
Reflexión: Cuanto más resuelto me crea en mi vida, más dependeré de mi mismo y menos de Dios. Cuanto más inseguro sea de mi mismo, más clamaré por la ayuda e intervención de Dios.

Pablo decía porque cuando soy débil entonces soy fuerte.
2 Corintios 12:10  Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.

Dios buscará hacernos ver que no le hace falta nuestra fortaleza sino nuestra debilidad, Él buscará debilitar la dura cáscara del ego, de nuestro ego una y otra vez.

Creemos que esto es así no solo en la vida personal sino en la vida de iglesia local.
Aunque parezca cosa rara, la iglesia local puede estar acéfala, sin cabeza como la iglesia de Laodicea.
¡No hay nadie (miembro) que mande pero a su vez tampoco se obedece la Palabra de Dios!

Una de las decisiones más importantes de una iglesia, creemos es la consagración personal de cada miembro a la Voluntad de Dios cueste lo que cueste.
Luego cada uno tendrá diferentes vivencias y tendrá diferentes bendiciones y pruebas que superar en el Espíritu para que cada vez en la vida personal y en la vida de Cuerpo (iglesia) se escuche con mayor fuerza la voz de Cristo.
Es en estos momentos en que Cristo como Cabeza de la iglesia hará uso de los miembros del Cuerpo, de cada uno de los que esté en sintonía y dispuesto a hacer su Voluntad.
Aquí surge una de las frases más alentadoras y trascendentes en la vida de fe comunitaria y mutual (fe recíproca), una frase simple llena de calidez y humanidad: “Los unos a los otros...”

La Cabeza de la iglesia, esto es el mismo Cristo Jesús exhorta, ordena, requiere y quiere que vivamos mutualidad de fe y acción en el Cuerpo de Cristo.

Veamos algunos ejemplo que nos lega la Palabra de Dios.

Sumisión, humildad y servicio de “los unos a los otros”.
Juan 13:14  Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.

Afecto y unidad en tiempos de adversidad de “los unos a los otros”.
Hechos 21: 6  Y abrazándonos los unos a los otros, subimos al barco y ellos se volvieron a sus casas.

Exhortación a amarnos los unos a los otros
Romanos 12:10  Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.

Exhortación a no cometer el pecado de juicio a nuestro hermano, no juzgarnos “los unos a los otros”.  
Romanos 14:13  Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano.

Ser hospedadores los unos a los otros.
Romanos  15:7  Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.

Amonestarnos los unos a los otros.
Romanos 15:14  Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros.

Saludarnos con beso santo los unos a los otros
Romanos 16:16  Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.
1Colosenses 16:20  Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.

Servirnos por amor los unos a los otros.
Gálatas 5:13  Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Soportarnos con paciencia en amor los unos a los otros
Efesios 4:2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,

No mintiéndonos los unos a los otros.
Colosenses 3:9  No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,

Alentándonos cada día los unos a los otros.
1Tesalonicenses  4:18  Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.

Exhortándonos los unos a los otros
Hebreos 3:13  antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

Ser hospedadores sin murmuraciones los unos a los otros.
1Pedro  4:9  Hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones.
1Pedro 4:10  Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.

Cristo es la Cabeza de la iglesia y lo será siempre.
Sin embargo, en esta era y en este mundo somos nosotros como miembros de la iglesia local los que debemos consagrarnos a su Voluntad y a su propósito. Esta sintonía o comunión con Dios se verá también en la vida del cuerpo de Cristo, esto es la iglesia.
Solo así, en comunión con Cristo y dispuestos a su Voluntad es que Cristo ejercerá su potestad sobre la misma.
Es en este tiempo difícil que estamos viviendo cuando más tiene que menguar nuestro ego.
La mutualidad, el amor por el hermano y por nuestro prójimo está en relación inversa a nuestro ego. Cuanto más ego, menos amor y menos servicio. 

Juan 3:30  Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.

Habrá una ecuación divina en este caso. Nuestro ego menguará y se fortalecerá nuestro amor a Dios y a los hermanos y a nuestro prójimo.  
La ley del Espíritu Santo en nosotros cumplirá la ley escrita y pronunciada por Cristo.

Mateo 22:35  Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por tentarle, diciendo:
Mateo 22:36  Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?
Mateo 22:37  Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Mateo 22:38  Este es el primero y grande mandamiento.
Mateo 22:39  Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mateo 22:40  De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Oración: Padre quebranta la cáscara de mi ego para que pueda estar en plena comunión contigo, para que pueda hacer tu Voluntad y para que sea un miembro útil en tu iglesia cuya Cabeza es tu Hijo Cristo.  

¿Está usted afirmado sobre la Roca de la Salvación?
Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.Isa 55:7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
¡Cuidate!
Dios te bendiga!..................Para compartir esta nota con un amigo pincha sobre el botón blanco aquí abajo.